Por Fontagro Editor

PUBLICADO EN CONTEXTO GANADERO

 

En Nariño también le apuestan a los sistemas silvopastoriles y en tal sentido se trabaja en temas como cercas vivas, bancos intensivos de proteína, protección de acuíferos, árboles dispersos, entre otros.

 

Es así como desde el año 2016, con recursos del proyecto “Mejoramiento de la oferta forrajera, optimización de sistemas de alimentación y aseguramiento de la calidad e inocuidad de leche en el trópico alto del departamento de Nariño”, se adelantan actividades asociadas al diseño y establecimiento de sistemas silvopastoriles bajo los diferentes esquemas que pueden establecerse.

 

Los sistemas silvopastoriles que se vienen implementando en esta región del país corresponden a la integración en un mismo sitio de árboles, animales, pasturas y para el caso de Nariño, la familia, dado que la mayoría de los predios ganaderos son de economía familiar y de pequeña extensión.

 

Por la importancia que dichos sistemas tienen en la economía de la región, el Centro de Investigación Obonuco de Agrosavia se enfocó en su estudio para brindarles soluciones rentables y competitivas a los productores. (Lea: Sistemas agroforestales, alternativa sostenible para ganaderos de Nariño)

 

Dentro de las experiencias de éxito en esta área para el Centro de Investigación se cuenta con un kilómetro de protección de acuífero establecido, donde se evidencia un incremento del caudal y de la calidad del agua.

 

También se cuenta con cercas vivas establecidas con especies arbóreas y arbustivas adaptadas al trópico alto, así como una vitrina de evaluación de materiales para sistemas silvopastoriles, establecimiento de lotes para evaluar densidades de siembra, edades de corte y franjas de SSP y pasturas para la evaluación con animales, además del establecimiento de un núcleo básico de evaluación de especies en el banco de germoplasma en alturas donde no se han realizado este tipo de trabajos (mayores a 2.900 msnm) para especies como botón de oro.

 

Dentro de los resultados más relevantes se destaca la introducción y evaluación de materiales como botón de oro, sauco, colla y tilo, donde se destaca que especies como botón de oro hace unos años no crecía en este tipo de ecosistemas, pero hoy en día se encuentra y se adapta muy bien. También materiales como la colla que puede llegar a producir hasta 7.5 kg de materia seca por árbol cada 70 días, con una calidad nutricional adecuada para los animales.

 

En cada uno de estos materiales también se documentó la presencia de sustancias como taninos y saponinas, que, de forma global, contribuyen a la nutrición del animal y a la vez a la disminución de la producción de gases de efecto invernadero, lo cual coincide con las tendencias actuales de sistemas de producción sostenibles.

 

Se realizó también investigación, pionera en el país, en el uso de solidos solubles que contribuyen a la mejor digestibilidad de un material forrajero como herramienta para determinar la mejor edad de uso en materiales forrajeros y arbustivos. (Lea: Zonas de Nariño no conocen las bondades nutritivas y ambientales de las cercas vivas)

 

Edwin Castro, investigador líder del proyecto indicó que “es importante investigar en SPP porque surgen como una forma de poder realizar producción de alimentos de origen animal y vegetal, teniendo en cuenta principios agroecológicos como regulación y calidad del agua, conservación de biodiversidad, reducción de gases de efecto invernadero (GEI), rehabilitación de suelos degradados, brindar condiciones de bienestar animal, todo con un enfoque de optimizar la productividad y rentabilidad de los sistemas de producción. Por lo anterior, se debe propender por involucrar los SSP dentro de los temas de investigación realizados en el Centro de Investigación Obonuco».

 

***

Sobre FONTAGRO

FONTAGRO se creó en 1998 con el propósito de promover el incremento de la competitividad del sector agroalimentario, asegurando el manejo sostenible de los recursos naturales y la reducción de la pobreza en la región. El objetivo de FONTAGRO es establecerse como un mecanismo de financiamiento sostenible para el desarrollo de tecnología e innovaciones agropecuaria en América Latina y el Caribe y España, e instituir un foro para la discusión de temas prioritarios de innovación tecnológica. Los países miembros son: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En los últimos 25 años se han cofinanciado 195 plataformas regionales de innovación agropecuaria por un monto de US$139.7 millones, que ha alcanzado a 1809 instituciones y 35 países a nivel mundial.